5 de abril de 2015

Estar.

Me perdí en los laberintos de mi conciencia. Me encontré en la inmensidad del mundo.
Me despedí de lugares, conocí otro cielo. Dejé mis refugios, me fugué a otros infiernos.
La gente es desconocida en todos lados. Salas llenas de gente, miradas vacías.
Los edificios tiñen de gris lo que antes fue verde. Las hojas vuelven a caer, naranjas, rojas como el fuego que nos mantiene vivos. Me siento gigante, me siento pequeña. Estoy de pie, me enfrento a las calles. Las personas que amo me mantienen viva. Estoy viva, el tiempo, el donde, y el quizá son lo de menos. 

1 comentario:

  1. Hola:
    Después de tanto tiempo, por fin puedo encontrar un momento para pasar por aquí. La verdad es que tenía muchas ganas de regresar, pero como sabes muchas veces las cosas urgentes de la vida quitan tiempo a las importantes...
    En cuanto a la entrada, me ha gustado mucho, transmite un sentimiento de inspiración y libertad. Tienes razón, lo más importante de todo es que estamos vivos y, como dijo Nietzche, ''Todo el que tenga un por qué para vivir podrá soportar cualquier cómo''. Muy buena entrada, en serio, me ha hecho reflexionar...
    Ha sido un placer regresar, y espero hacerlo con más frecuencia. Si quieres puedes pasar por mi blog, que tengo novedades (pero vamos, sin ninguna obligación..)

    Un abrazo. ♥

    (misspoessia.blogspot.com)

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