9 de octubre de 2023

Casi Cruel

Es casi cruel la forma en la que tus manos me hacen extrañar su contacto sobre mi espalda desnuda y mis alas rendidas, sin querer otro vuelvo, solo anhelando otro aterrizaje hasta ti. 

No tengo miedo a la muerte, no tengo miedo a un apocalipsis, no tengo miedo a la guerra. Mi trinchera es tu cama y mis armas caen rendidas ante la coincidencia de tus pupilas con las mías. 

La prosa y el verso no tiene sentido, se deshacen, se unen y separan. El tiempo, los años, los días y las noches, me parecen efímeras. Solo puedo medir las trascendencia del tiempo en las notas de tu música, en los acordes de tus manos jugando con mi pelo, el tempo de tus labios en mis labios. 

Mi fobia a las letras, mi cárcel construida con temores y resentimientos, cayeron rendidos, como naipes derribados con el viento. Te entrego mis armas, te entrego mis pensamientos rumiantes de las madrugadas de verano. Te entrego mis ganas, mis anhelos, mis temores. No me importa si mis campos quedan yermos, si mis paredes se derriban, si se secan los oasis, si debo regresar a las penumbras. Tan solo coincidir, que tus hilos y los míos se enredaran, me basta y me sobra, para no tener más sed, para sentir que mi propósito en esta vida está logrado, como la mejor de las hazañas.