21 de enero de 2013

Testaruda.

kungfuqua:

undiscovered pathways by Rona Keller on Flickr.
Regresando a lo que nunca fui y lo que siempre quise ser. Mientras tanto voy sin rumbo. Con llantos sin terminar y promesas cumplidas a medias. Aprendiendo que de las caídas poco se aprende, porque el orgullo y los problemas imaginarios lo único que consiguen es ponernos una venda sobre los ojos y tropezar tres veces con la misma piedra. Tal vez todo en esta vida sea temporal, menos aquellos tristezas que crecen como un rascacielos. Nunca creí del todo en la felicidad, es un concepto efímero en el tiempo, que si es real, no dura para siempre, al menos no hasta cuando despiertas del todo. Porque siempre hay piedrecillas que se transforman en rocas que nos desenfocan. Mejor dame una taza de té y limón y cantemos canciones olvidadas para maquillar un poco los dolores venideros. 

6 comentarios:

  1. linda entrada,aunque debo decir q piedras siempre habra pero debemos seguir intentando i no cansarnos es la clave..gracias x tu visita!

    ResponderEliminar
  2. u.u tu post me conmueve... es cierto que existen esas piedras molestas y que somos taaaaaan ciegos que nos tropezamos, no tres, si no ochocientas veces con la misma... y eso de que la felicidad dura poco es totalmente correcto, supongo que hay que aprovechar los momentos en los cuales nos sale una sonrisa del alma... en vez de ponernos mal, pensar en lo bello que vivimos...
    Gracias por pasarte por mi blogg ;)

    Nos leemos...

    Saludoss

    ResponderEliminar
  3. Buenos días reina.

    Lo primero de todo, agradecer tu hermoso comentario en mi página y que a su vez te hayas decidido unir a él.

    Y lo segundo... Leyendo esta entrada denoto un poco de resignación y malestar con los baches (problemas, caídas). Decirte que todo en esta vida nos enseña algo, nada pasa por casualidad; debemos aprender de nuestros errores, ellos nos hacen más fuertes y nos hacen crecer como personas adultas. No te encierres en ti misma y mira siempre el lado positivo de las cosas, aunque pienses que no las tienen.

    ResponderEliminar
  4. De las caídas unas veces se aprende y otras no. Quizás con una de estas tazas de té y limón no sólo se maquille el problema, sino que ayude a reflexionar y no caer del todo.
    Mil abrazos.

    ResponderEliminar
  5. ¡Yo me he enamorado de tu blog entero! Es tan dulce, hacía tanto que no entraba y disfrutaba como es debido ^^
    La felicidad es efímera, pero podemos disfrutar de ella a pequeños trozos, ¿verdad? ¡Tenemos que aprender a aprovecharla más a menudo!
    Dulces tardes ^^

    ResponderEliminar
  6. Gracias por haberte pasado por mi blog, significa mucho!!

    Lindísimo el diseño.

    Sobre la entrada... Sí y no. Sí, porque yo solía pensar así y por momentos lo sigo haciendo. No, porque como yo lo veo ahora, de las caídas se aprende MUCHÍSIMO. Puede que una tarde dos semanas, tres meses o incluso cinco o quince años en darse cuenta de lo aprendido, pero yo creo que siempre hay una lección. Depende de una si se obsesiona con esas piedritas :)


    Ojalá estés muy bien... Un abrazote!!

    ResponderEliminar

Muchísimas gracias por visitarme, y por sobre todo darme una gran sonrisa! Que tengas un lindo día, y siempre serás bienvenido a este rincón de letras ♥