Nubosidad parcial...

Aún siento el sabor agridulce. No sé como empezó, ni menos sé  hacia dónde irá a parar. Pero no fui yo la que decidió subirse a este mundo lleno de ácidas promesas. No sé cómo protegerme del inminente destino que llegó sin que yo abriera la puerta. Tal vez si alguien me ayudara a recoger todas las lágrimas que se fueron por el túnel oscuro, mi alma podría dejar de extrañar esos pedacitos de nubes que se fueron tan repentinamente. Me siento joven, pero me siento vetusta. Siento tanto miedo que podría destrozar mundos al siguiente que me tire la primera piedra. Y es que me siento vulnerable, hay fuego afuera y yo siento la lluvia...