Y bueno, me quedé pensando en lo que me dijiste, en eso que apenas podías pronunciar, y que batallando entre tu mente, tu corazón y el humo de tu cigarrillo, al fin pudiste decir. Y la verdad es que antes de que me dijeras aquello, en mi interior, lo sabía. Sí que lo sabía. Te miraba a los ojos, y pensaba en todo. Y en ese arte de contemplar el misterioso ciclo de tu pestañeo, pude descifrar todo aquello que tu pasado, presente y futuro te hizo ser. Y no me importa, la verdad no me importa nada. Y bueno, cuando dijiste aquellas palabras, no me sorprendió, yo ya lo sabía...
-Yo... yo lo asesiné, y no me arrepiento de nada.
(...)
¡Hola a todo el mundo, espero
que estén siendo muy felices por ahí! Casi nunca hago esto, pero tengo algo
muy, (no sé cómo decirlo) importante, tal vez, que decir. No sobre mi, no sobre
nadie, es sobre todos, sobre todos los seres humanos del planeta. Y no es
cursi, es la verdad, y creo que esta vez no estoy tan equivocada. Porque TODOS
SOMOS LIBRE DE HACER LO QUE NOS GUSTA. Así que, si alguien tiene un poquito de
tiempo, les dejo un par de palabras que he pensado y que tal vez ayuden a
muchas personas:
No hay que voltear hacía atrás.
ResponderEliminarQue bonitas palabras!! Me ha gustado mucho el sentimiento que he tenido al leerlas.
ResponderEliminarPor otra parte me ha gustado tu filosofía diaria. Es muy chula.
Besos, nos leemos