He cruzado el espacio, para ver una puesta de Tierra en los mares de la
Luna.
Me escapo entre el humo y me convierto en nubes... quédate a ver como
comienza la tormenta.
Y es que el viento me arrastra con las hojas del pretérito pluscuamperfecto,
como aquel otoño cuando pintábamos nuestros labios con el color de nuestros
besos, en medio de las hojas, dejando a nuestros espíritus fluir con el viento.
Pero olvidamos que las huellas en la nieve no se borran con el tiempo, que
las cervezas de madrugada no anestesian el dolor, que las canciones marcan
historias, como la huella de tu cuerpo sobre el mío.
No te imaginé tan lejos, pensé que éramos átomos de la misma molécula, que
viajábamos por la misma autopista, pero nunca pensé que tomaríamos una ruta
diferente.
Un búho me dijo que nos buscamos en el mismo bosque, mientras seguíamos esos
sueños que cayeron en forma de hojas que los árboles lloraban por los
soñadores.
¿Podemos sentirnos de nuevo? ¿Podemos volver a cazar estrellas para iluminar
nuestros miedos, así, muy juntos? ¿Podemos mirarnos a los ojos y ver aquello
que no se puede explicar?
...Apaga estos deseos con un beso que nos lleve a Mercurio. Abrázame hasta
sentirme en las lunas de Júpiter. Recátame, que solo tu puedes salvarme de
Plutón...
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