10 de enero de 2014

Emigrando...

El té se enfría y el desorden vuelve a su lugar. La madrugada llega sin avisar y trae con ella un huracán de emociones en próximo estado sentimental. Las nubes se aproximan una a una, como si caminaran de puntillas por esta mente en donde habita un invierno sedentario. Las hojas no caen, no se quedan, simplemente emigran hacia bolsillos pertenecientes a corazones demasiado sentimentales. Llegan los días nublados, como resaca de las noches de desvelos interminables, donde los pensamientos llueven y los recuerdos desatan una tormenta. Mientras afuera es verano, en mi cama y mi cuerpo es invierno.
Y las despedidas duelen, y duelen aún más cuando aquella alma a la que te aferras ya pasó página y ahora escribe en otro corazón. E intento despedirme, intento perderme en el verde, y miro hacia las montañas, pero los infinitos verdes me miran, con tu silencio y me cubren con la manta del pasado.
Disfruto el paisaje, después de todo, en un futuro todo es recuerdo. Y el viento poco a poco se lleva los fragmentos de esta historia.
El té poco a poco llega a su punto y el desorden vuelve a su lugar...

3 comentarios:

  1. Todas las despedidas duelen. Y supongo que no existe ningún calmante para el alma... sólo es cuestión de esperar que llegue un nuevo escritor de nuestra historia.
    Me encanta cómo escribís. Hace tiempo no venía por acá, tu blog es hermoso. Y te sigo en los otros también.
    Un abrazo enorme!

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  2. Es difícil apartarse de alguien, pero la vida no permite una pausa para asimilarlo.

    Besitos<33

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  3. Me encanta tu blog, tus textos.
    Estoy por terminar mi libro y me gustaría que pases por mi blog, para que me des tu opinión sobre mis textos. Gracias!

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Muchísimas gracias por visitarme, y por sobre todo darme una gran sonrisa! Que tengas un lindo día, y siempre serás bienvenido a este rincón de letras ♥