De palabras y tormentas...

El café de atardecer y las palabras resonando en el viento, lo que se nos escapó de las manos y lo dejamos pasar, los errores cometidos y las falsas imágenes, espejismos que van más allá de lo que se puede soportar. Nada es verde, nada es gris. El color intermedio simplemente se difuminó en un desorden mental y anhelos que destruyen bolsillos llenos de sueños. Y las palabras no bastan. Los sueños de media noche delatan nuestro inconsciente, cubren nuestros ojos con abrigos de fantasmas, con relámpagos y truenos.

Las palabras nunca bastan. Son la ciencia más compleja de la tierra. Cada mente, cada alma, desata sus propios miedos y simplemente nos perdemos, y ya no hay blanco ni menos negro.

El café se enfría, mientras que llega la noche... ¡por favor abrígate, antes que la fuerza se escape y sean tus fantasmas los que vengan a cuidarte!