Tenía todo perfectamente ordenado. Tenía los lápices con los
colores especiales para cada estado de ánimo. Listas de canciones para cuando
quieres pasar un buen rato, pensar, llorar, vivir o simplemente torturarte.
Tenía mil bolsas de té, con la hierba adecuada para cada tarde, porque es mi
hora de tomar el tren de la nostalgia. Un reloj sin pila. Cinta adhesiva para
intentar pegar los pedacitos de mi corazón roto. Un par de libretas con
antiguas listas de cosas por lograr que solo se quedaran en ser una lista.
Tenía carpetas llenas de poemas e historias que vienen a mi mente de vez en
cuando. Una lámpara para encender las pasiones, guiar al corazón y apagar a la
razón y a unos cuantos miedos. Chiches y clips para dejar marcas de esas cosas
especiales en la pared. Y siempre un buen libro y unos cuantos cuadernos. Pero
olvidé una cosa; que algún día ibas a llegar tú, desordenando todo en mi
habitación, arrasando con todo, rompiendo las reglas, quebrando lo malo,
reparando bueno , a poner todo en un nuevo orden, inspirándome a escribir
en mis carpetas poema e historias nuevas. Ibas a llegar tú, enseñándome que lo
importante en la vida no se escribe con lápices ni destacadores, sino con
besos, momentos que marcan la diferencia. Y es ahí donde me doy cuenta que fui
hecha para ti.
Siempre suele llegar ese alguien que lo descoloque todo...
ResponderEliminarToda regla esta destinada a romperse, y esa es otra regla que también ha de ser destrozada, todo orden es un preludio al caos, mas todo caos es un orden perfecto, toda lógica es ilógica, y eso es muy lógico si lo piensas con cuidado, todo dogma debe ser erradicado, todo hombre debe morir, pues así es la vida, mas siempre hay un elemento, una llave, ya sea una copa de alcohol o un tazón de café, un estruendo que nos hace despertar de ese sueño perfectamente ordenado, para acariciar un mundo estructuradamente caotico donde el azar es sumamente regular y predecible, un mundo hermoso donde nada es blanco ni negro, sino mas bien una mezcla perfecta entre amargo y dulce, donde te sientes completamente cómodo, y al que solo se puede entrar con esa llave, con ese estruendo, con ese algo maravilloso, un lugar al que solo podre acceder con tu ayuda.
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