7 de noviembre de 2013

Infinitamente eternos...

Dejándonos llevar por el viento, fuimos a parar al bosque y fue en ese instante donde supimos que estábamos en peligro de extinción. Y no nos importaba, nos sentíamos infinitos, el universo nos miraba y las estrellas estaban a nuestro alcance. Y fue ahí donde cazamos estrellas, aquellas que aún guardo en mi bolsillo. Porque no sabíamos de las leyes de la física, no sabíamos nada del amor, no sabíamos como tocarnos, pero si sabíamos dejarnos llevar, si que sabíamos.
Y llovimos a besos, bailándole a la luna, trepando las copas de los árboles, incendiando nuestros miedos, floreciendo en caricias y en palabras bonitas, en esencia celeste. 
Entendimos que esa noche iba a durar toda la vida, porque estábamos tan cerca y la naturaleza era nuestra, porque le pertenecíamos. Y nos amamos con pureza, bailando al ritmo de nuestra respiración, disfrutando como nunca ese concierto de grillos, evaporándonos en nubes para volar y convertirnos en lluvia buena, haciendo florecer nuestras pieles con relámpagos y espinas.
Y es que pensamos que seríamos estrellas fugaces, y claro, lo somos, porque nuestro amor es infinito, porque viajamos eternos por el espacio sideral...

1 comentario:

  1. En ocasiones viajamos ha ese mundo especial, donde sólo algunas personas pueden entrar,
    ¡Besos!

    ResponderEliminar

Muchísimas gracias por visitarme, y por sobre todo darme una gran sonrisa! Que tengas un lindo día, y siempre serás bienvenido a este rincón de letras ♥