Amelia pasaba sus noches contando las
vueltas que daba en la cama, mientras pensaba en aquellos recuerdos pegados a
su piel. Releía una y otra vez la misma página de su libro; no podía
concentrarse. Y es que su error no estaba en recordar el pasado; su error era
revivir. Los fantasmas culpables de su inseguridad la torturaban, la obligaban
a pensar que podía haberlo hecho mejor...
Thomas pasaba sus noches planeando todo.
El era un soñador despierto, con un futuro muy poco probable. Imaginaba como
sería si vida si las cosas dieran como el anhelaba, un poco como todos, pero él
se lo tomaba demasiado en serio. El poseía una de las mentes más complejas y
hermosas. Hablaba poco, sentía mucho, tal vez por lo ruidosa que era su mente.
Se enamoraba de lo simple y complejo a la vez, como la chica del piso de
arriba.
Amelia no podía dormir. Sus pasiones
estaban fuera de control. Ella amaba, amaba en silencio, y amó demasiado tarde,
cuando ya nada podía volver. Y mientras se hundía en las sábanas, intentaba dar
respuesta a sus errores, intentaba imaginar como podía volver a aquellos
días... Ella no se daba cuenta que no estaba enamorada de aquel hombre, ella
estaba enamorada de su pasado, estancada.
Thomas pensaba en la chica del piso de
arriba y era feliz. No la conocía en el fondo, pero sus delirios y su
imaginación suplían la realidad. Era un Quijote más, que luchaba contra sus
miedos, como molinos gigantes. Él solo quería llegar a ella. Y no le importaba
su pasado o su futuro, simplemente le importaba ella. Porque su alma
observadora se fijaba en detalles tan pequeños e importantes que lo hacían
anhelar más y más a la chica del piso de arriba, para bien. Era sincero, la
quería tanto como para pasar una tarde de otoño a su lado, leyendo o pisando
las hojas secas de los árboles.
Amelia no podía dormir. Thomas no podía
dormir. Amelia pensaba en su pasado, miraba hacia abajo, lo que no fue, pero no
se daba cuenta que si observaba bien (tal vez hasta llegar al piso de abajo),
podría encontrar aquello sincero, infinitamente bueno, alguien que la quiere
para poner punto final al pasado y para escribir con polvos de estrellas un
futuro brillante, con una historia que nunca se ha visto en la tierra.
Me encanto, es hermoso el texto y sí, asi es el insomnio, nos hace pensar lo que nunca pensamos!!! Amo como escribes y esperare la siguiente entrada!!!
ResponderEliminarUn saludo
te mando un beso
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