Existe un
lugar de la tierra, donde los árboles se fusionan con las montañas, donde la
nieve cae mientras el viento abraza a la tormenta, donde el cielo se tiñe para
darle vida a las criaturas que habitan aquella tierra sin lindes, donde las estrellas están al alcance de la mano, para
quienes sienten el amor autentico. En muchos lugares se había escuchado hablar
de aquel sitio, donde las estrellas eran infinitas, en donde solo el amor
verdadero podría tocarlas y jugar con ellas. Aquel Lugar Perdido, jamás fue
pisado por un hombre, aunque muchas parejas lo intentaron infructuosamente. Pero como las almas perdidamente enlazadas son
capaces de recorrer planetas una mil veces con tal de sentir el cielo, Europa y
el Leñador, un par de jóvenes, inocentes jóvenes, perdidos el uno por el otro,
sin buscarlo, llegaron a aquella infinita tierra, como si los árboles abrieran
sus ramas y los invitaran a embriagarse de aquella naturaleza tan perfecta, a
probar las estrellas. Aquellos jóvenes, vivían su amor es secreto,
estigmatizados por la aldea en que vivían, donde su amor estaba prohibido.
Europa y el Leñador, sentían el mundo en sus manos, que el Universo los miraba,
que un concierto de grillos y aves cantaban solo para ellos. Sentían que el viento
los envolvía y los abrazaba, sentían como florecían, como se sentían en casa. Y
decidieron permanecer en aquella tierra, aquel Lugar Perdido, por siempre.
Al
descubrir aquella tormenta brillante de
estrellas fugases, tomaron un par de ellas y las guardaron en sus bolsillos,
para conservar la magia, donde dejaron de girar los planetas y el universo los
miraba, por si aquella noche tuviera que
desaparecer, iluminar el camino, pero al descansar, y contar las estrellas,
estas se esfumaron, y fue ahí donde ocurre la magia. Algunos dicen que por no
creer en la esencia del bosque y dudar de aquel lugar infinito, aquel monte les
dio a elegir: escapar del bosque con las estrellas, pero que al salir, su amor
se haría tan imposible, que ni aún con todas las estrellas del mundo podrían
vivir su amor. O, quedarse para siempre en aquel infinito, pero bajo las
condiciones que el viento dijera. Estupefactos, y terriblemente temerosos,
Europa y el Leñador, que sentían un amor de esos en peligro de extinción, no titubearon en permanecer por siempre
juntos, no importaba como. Y fue así, como Europa, la bella joven Europa
desapareció entre una tormenta, y envuelta por el viento, separó su mano del Leñador, y al teñirse de rojo el cielo azul, Europa quedó atrapada en forma de liebre,
siempre acompañando al Leñador.
Muy poco se
sabe sobre lo que sucedió, se dice que el leñador aún vive, solo, un una cabaña
decorada con trozos de pesadillas, envuelto en un invierno eterno. Se dice que
en las tardes, el viento borra todo, menos las huellas del Leñador, y de una
fiel Liebre que le persigue, y que cuando atardece y cuando se pinta de rojo el
cielo azul, el Leñador y la Liebre, cruzan el bosque para ver nacer la Luna y
así los espíritus del Leñador y Europa, se reencuentren en la noche eterna,
condenados a un amor trágico, tan infinito, como una tormenta de estrellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchísimas gracias por visitarme, y por sobre todo darme una gran sonrisa! Que tengas un lindo día, y siempre serás bienvenido a este rincón de letras ♥