14 de agosto de 2018

Paréntesis.

Vuelvo a respirar el mismo humo que hace casi cuatro años atrás.
Vuelvo a llover bajo las mismas nubes que un día fueron metáfora de nuestras mentes.
Vuelvo a caminar sobre las sucias veredas que nos invitaban a vagabundear.
Vuelvo a una Grecia en ruinas, vuelvo al lugar del primer beso y vuelvo al lugar del último.

Tu tan distraído, yo tan ilusa. 
Tus pelo desordenado y mis manos rojas.
¿Nunca te diste cuenta que desvíaba nuestro camino para seguir sintiendo tu olor y el accidental toque de nuestras manos?
Fuiste el clavo que pensé ayudaría a eliminar amores no correspondidos. Amores de concreto y hielo.

Mentiría si dijera te amé. Mentiría si dijera que no te quise.
Despertaste mi piel, y yo tan ilusa buscaba un mínimo pretexto para tocar tu espalda y besarte tímidamente, comenzando por el cuello, para llegar a tu boca inquieta.

No te miento si te digo que a veces, cuando vagabundeas en mi mente, 
intento recordar lo suave, impuslivos, serenos, violentos y tiernos, que eran tus labios, tan arqueados como nuestros ángulos, al contacto entre nuestra curiosidad y nuestras ganas de ser jugar a ser grandes.

¿Me alejé en el momento correcto?
¿Fui demasiado orgullosa?
¿Debí decirle adiós a tu piel blanca, a tus ojos almendrados, a tus manos inquietas?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchísimas gracias por visitarme, y por sobre todo darme una gran sonrisa! Que tengas un lindo día, y siempre serás bienvenido a este rincón de letras ♥