Lejos

A veces siento miedo de las cosas que llego a pensar cuando me encuentro lejos.

Mis pupilas se dilatan y la piel se me eriza.

Mis manos se vuelven frías y mis latidos parecen galopes.

A veces siento que me disuelvo bajo el manto de los sueños que tejí con los hilos que me unían a turistas transitorios.

Me esfumo entre sílabas; soy la hache silenciosa entre dos vocales sin sentido.

Me perdí contando estrellas, me volví fugaz en un intento interminable.

A veces siento miedo de perder el poco oxígeno que me queda.

Intentando serenar mi instinto inquieto, me duermo entre recuerdos, entre nubes pasajeras.

Dejaré la lluvia para después, quiero dormirme con las pupilas claras, no quiero neblina entre mis pestañas. 

La electricidad de esta tormenta interminable viaja por mis neuronas, llegando hasta las cuerdas de una guitarra yerma. Tanta carga sobre una voz quebradiza, tantas partículas pequeñas confundidas entre estrellas.

A veces siento miedo de las cosas que me da por pensar mientras me dejo llevar por este mar en Saturno tan en calma. 

El día que vuelva a la tierra, quiero ser un bosque, después de todo, mis hojas caídas se transformarán en semillas.